Elaborado por: Carlos A. Palomino Lazo, PHD, MFRM, BEcon
Septiembre sigue dándonos un baño de sangre en los mercados.
El SP500 perdió esta semana 4.650% de su valor al cierre de la anterior semana. Ningún índice no produjo pérdidas importantes esta semana.
El esperado anuncio de la FED luego de la pobre lectura del CPI de la anterior semana preveía un aumento en las tasas 75 puntos base. El efecto negativo fueron las predicciones del accionar de la FED para el 2023. Fue la firme actitud agresiva del presidente Jerome Powell en la batalla contra la inflación lo que molestó a los mercados bursátiles.
“Seguiremos haciéndolo hasta que el trabajo esté terminado”, dijo Powell. “Ojalá hubiera una forma indolora de hacerlo. No lo hay.
Las proyecciones medianas de la Fed prevén otros 125 puntos básicos de aumento hasta fin de año. También ven que la tasa de los fondos federales aumentará por encima del 4,5% el próximo año. Puede que no termine ahí: Bank of América elevó su pronóstico a un rango de 4.75% a 5%.
Para poner todavía mas terror en los mercados, el anuncio esta semana del presidente Putin con una postura más belicosa produjo la caída de las acciones chinas. Este país se ha convertido en el principal aliado de Moscú por lo que una escalada militar tiene un impacto directo en los mercados del gigante asiático.
La venta masiva de este viernes de casi todas las clases de activos financieros nos muestra un escenario similar al pánico bursátil vivido en los mercados a finales de febrero del 2020. No hubo activos refugio con la caída del petróleo, del oro y del bitcoin.
Solo el super dólar siguió teniendo ganancias, muchos inversionistas comienzan a ver los bonos de calidad como posibles atractivas inversiones.
Una luz al final del tune es la posible esperanza que los números de la inflación mejoren, lo cual podría ser el elemento que determine que estos niveles están formando el posible piso que tanto los inversionistas están esperando.
