Después de una breve recuperación el jueves, el S&P 500 y el Nasdaq Composite volvieron a experimentar pérdidas el viernes, lo que resultó en una semana negativa para los principales índices bursátiles. Esta tendencia a la baja podría atribuirse a una semana corta con poca actividad noticiosa significativa, mientras las acciones buscan cerrar el mes en terreno positivo.
Los inversionistas expresan su preocupación ante la posibilidad de que las políticas agresivas de los bancos centrales desencadenen una recesión. Durante su comparecencia ante el Congreso, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, resaltó la necesidad de incrementar las tasas de interés para combatir la inflación, lo que aumentó la incertidumbre en los mercados financieros.
La publicación de datos económicos sobre la manufactura también contribuyó a los temores de una recesión. Los indicadores mostraron una desaceleración en la economía manufacturera de Estados Unidos, con el índice de gerentes de compras de manufactura (PMI) registrando una lectura de 46.3 en junio, por debajo de los 48.4 esperados por los analistas. Además, el PMI manufacturero de Alemania también disminuyó, lo que sugiere una preocupante situación económica a nivel global.
Estas preocupaciones reavivan la posibilidad de que la Reserva Federal retome el aumento de tasas de interés en julio, lo que podría conducir a una desaceleración económica en Estados Unidos.
La semana concluyó con pérdidas en los mercados financieros, donde el Promedio Industrial Dow Jones retrocedió 219 puntos (0.65%), el S&P 500 cayó un 0.8% y el Nasdaq Composite, compuesto por empresas tecnológicas, bajó un 1%. Estos descensos interrumpieron rachas ganadoras que los índices habían mantenido durante varias semanas.
Los inversores mostraron temores renovados de una recesión tanto a nivel nacional como global, reflejados en el descenso generalizado de más de 400 acciones en el S&P 500. El sector de tecnología de la información fue uno de los más afectados, con una caída superior al 1%. Las acciones de Nvidia, una compañía destacada en inteligencia artificial, disminuyeron un 1.9%.
Además, se reportó que Goldman Sachs enfrenta una posible amortización significativa debido a su adquisición de la empresa fintech GreenSky en 2021, lo que generó una disminución del 1.5% en las acciones del banco. En contraste, CarMax, un minorista de automóviles usados superó las expectativas de ingresos del primer trimestre y experimentó un aumento del 10% en sus acciones.
En los mercados de Asia-Pacífico, las acciones bajaron el viernes debido a que los inversionistas buscan datos de inflación de Japón y Singapur, así como estimaciones preliminares del banco au Jibun sobre la actividad manufacturera y de servicios de Japón.
El índice Hang Seng de Hong Kong se deslizó un 1,61% en su última hora de operaciones, liderando las pérdidas en la región al regresar de un feriado público, arrastrado por las acciones tecnológicas y de atención médica. Mientras que, los mercados de China continental permanecieron cerrados por un día festivo el viernes.
En medio de los temores de recesión, los inversores buscaron refugio en activos seguros, lo que llevó a un aumento en los precios del oro. El metal precioso alcanzó los 1.937,50 dólares en las operaciones matutinas, su nivel más alto desde el 15 de mayo.
Saliendo de los mercados de capitales, las criptomonedas han subido de manera impresionante esta semana en un clásico ajuste corto después de que se presentara otro conjunto de solicitudes de ETF de bitcoin al contado.
En resumen, las preocupaciones sobre una posible recesión global y la incertidumbre relacionada con las políticas de los bancos centrales generaron una semana negativa en los mercados financieros. Los inversores se mantienen atentos a los próximos movimientos de la Reserva Federal y a los indicadores económicos para evaluar el panorama económico a corto plazo.
