En un viernes tumultuoso, los principales índices bursátiles en Estados Unidos experimentaron pérdidas significativas. El Promedio Industrial Dow Jones perdió 203 puntos, lo que representó una disminución del 0,6%. De manera similar, el S&P 500 y el Nasdaq Composite registraron caídas del 1,1% y el 1,5%, respectivamente. Estas pérdidas marcaron un final agitado para una semana que había estado marcada por la incertidumbre en los mercados financieros.
El punto focal de esta turbulencia del mercado fue el reciente aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años. En particular, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años de referencia superó el 5% por primera vez en 16 años el jueves. Este nivel conlleva posibles ramificaciones para la economía, con la posibilidad de aumentar las tasas hipotecarias, los intereses de las tarjetas de crédito, los préstamos automotrices y más. Además, ofrece a los inversores una atractiva alternativa a las acciones.
Los bancos regionales se vieron significativamente afectados, ya que las tasas más altas generaron preocupaciones sobre la exposición del sector a la caída de los valores de los bonos del Tesoro. Los financieros, en particular, lideraron la caída después de un informe de ganancias débil, con una caída de más del 10%. El ETF de Banca Regional SPDR S&P (KRE) se redujo en casi un 3%.
Además, las acciones en el sector de la energía solar también experimentaron pérdidas sustanciales después de que SolarEdge recortara su guía de ingresos para el tercer trimestre.
La caída del mercado el viernes profundizó las pérdidas de la semana. NVIDIA, una acción de inteligencia artificial muy observada, se encaminó a su peor semana desde septiembre de 2022, con una pérdida de más del 9%. El viernes, bajó más del 2%.
Las acciones experimentaron más pérdidas a raíz de los comentarios de Jerome Powell, el Presidente de la Reserva Federal, que indicaron un compromiso con tasas de interés más altas durante un período prolongado. Sus declaraciones impulsaron los rendimientos de los bonos del Tesoro, lo que llevó al Dow Jones a perder 140 puntos, al S&P 500 a disminuir un 0.8%, y al Nasdaq Composite a caer un 1.25%.
Las declaraciones de Powell subrayaron la reticencia de la Reserva Federal a proporcionar asistencia inmediata, enviando una señal a los inversores de que deben esperar tasas de interés más altas.
A medida que el mercado de valores enfrenta este alto nivel de incertidumbre, los inversores observarán de cerca las principales empresas tecnológicas que presentarán sus resultados en la próxima semana, lo que ofrecerá información esencial sobre el estado de la economía y los efectos de la campaña de ajuste de la Reserva Federal. Amazon, Meta, Alphabet y Microsoft se encuentran entre las muchas empresas que informarán durante la última semana de octubre.
Los inversores también estarán atentos al indicador de inflación preferido de la Reserva Federal y a otra encuesta sobre el sentimiento del consumidor en los Estados Unidos.
Por otro lado, las ventas minoristas en los Estados Unidos sorprendieron en septiembre al experimentar un aumento más significativo de lo anticipado, indicando una demanda constante de los hogares al final del tercer trimestre.
El valor de las compras al por menor, sin tener en cuenta la inflación, se elevó un 0,7%, superando el aumento revisado al alza del 0,8% registrado en agosto.
Este incremento refleja la resiliencia del consumidor, que sigue adelante a pesar del aumento de la inflación, impulsada principalmente por los precios de la energía. A pesar de que el crecimiento de los salarios comienza a moderarse, el mercado laboral en general se mantiene sólido, lo que da a los estadounidenses la confianza para seguir gastando.
Por último, la evolución de la situación entre Israel y Hamas sigue siendo una prioridad para los formuladores de políticas y los inversores. El mercado también continúa monitoreando el aumento de los rendimientos de los bonos, que se sitúan justo por debajo del 5%.
La situación en Oriente Medio tiene el potencial de generar conmoción en el mercado energético. Los formuladores de políticas en Washington están observando de cerca la situación en Gaza, que conlleva importantes implicaciones para el mercado energético.
La agitación podría continuar aumentando los precios del petróleo, inyectando aún más volatilidad en un mercado energético que ha estado en el centro del debate sobre la inflación. Precios más altos complicarían aún más la misión de la Reserva Federal para reducir la inflación. Sin embargo, al igual que con la invasión rusa en Ucrania, lidiar con el potencial de un shock energético en Oriente Medio quedaría fuera del control del banco central, a pesar de que la Reserva Federal tendría que enfrentar las consecuencias.
En resumen, las expectativas desempeñan un papel crucial en la lucha de la Reserva Federal contra la inflación, y las dinámicas actuales del mercado de valores reflejan la volatilidad de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, las acciones tecnológicas líderes están bajo escrutinio a medida que informan sus resultados, y las tensiones en Oriente Medio plantean la posibilidad de shocks energéticos, que podrían complicar aún más la lucha de la Reserva Federal contra la inflación. Al mismo tiempo, la resistencia del consumidor estadounidense y un crecimiento económico sólido mantienen las expectativas de un buen desempeño económico en el tercer trimestre.