Durante la última semana, los principales índices bursátiles de Estados Unidos, el S&P 500 y el Nasdaq, sufrieron una caída durante cuatro días consecutivos, registrando sus peores semanas desde marzo. Las acciones cerraron a la baja, revirtiendo las ganancias anteriores y terminando la semana con pérdidas significativas. El Nasdaq cayó aproximadamente un 2.9%, mientras que el S&P 500 retrocedió un 2.3%. Por su parte, el Dow Jones disminuyó un 1.1%.
La caída de los índices fue atribuida a la volatilidad del mercado y a las preocupaciones sobre el estado de la economía. Sin embargo, a pesar de estas preocupaciones, el sentimiento alcista regresó a Wall Street cuando los inversores evaluaron una avalancha de informes de ganancias. Amazon fue uno de los principales impulsores de la subida, ya que sus acciones aumentaron un 10% después de superar las expectativas de ganancias y ofrecer una orientación positiva. Por otro lado, Apple reportó ingresos más bajos que el trimestre anterior, lo que llevó a una caída del 3% en sus acciones.
La temporada de informes de ganancias ha sido en general mejor de lo esperado, con aproximadamente el 80% de las empresas del S&P 500 superando las expectativas de Wall Street.
El informe de nóminas del viernes también proporcionó información sobre el estado del mercado laboral. Se crearon 187,000 puestos de trabajo en julio, por debajo de las expectativas de los economistas encuestados por Dow Jones, aunque la tasa de desempleo también bajó al 3.5% desde el 3.6%.
Aunque el informe de empleo mostró cifras más frías en términos de creación de empleo, los salarios promedio por hora apuntaban a una mayor inflación y superaron las expectativas, lo que podría tener implicaciones en el ciclo de aumento de tasas de la Reserva Federal.
Los inversores están atentos a las próximas decisiones de la Reserva Federal y cómo podrían verse influenciadas por los datos económicos. La mayoría de los comerciantes esperan que el banco central mantenga las tasas estables en la próxima reunión de septiembre.
El rendimiento del Tesoro a 10 años también retrocedió desde los máximos recientes, lo que alivió la presión sobre los activos de riesgo.
En general, los principales índices bursátiles terminaron la semana a la baja, pero el sector de energía logró obtener una ganancia del 2.4% en la semana hasta la fecha.
Los analistas de Credit Suisse advierten que el S&P 500 podría enfrentar una fase de consolidación más profunda y prolongada en el futuro cercano, lo que ha llevado a cierta cautela entre los inversores.
Por otro lado, Bitcoin cayó un 0.26% desde el 28 de julio al 4 de agosto, alcanzando los 29,136 dólares. La criptomoneda ha estado operando por debajo de los 30,000 dólares desde el 24 de julio, llegando a 28,799 dólares el martes, su nivel más bajo desde el 21 de junio. Ether perdió un 1.77% durante la semana, llegando a los 1,833 dólares. Esta caída sugiere una tendencia bajista y si Bitcoin no vuelve a los 29,800 dólares la próxima semana, podría caer hasta los 28,000 dólares.
En resumen, la volatilidad del mercado ha sido una característica destacada en las últimas semanas, con preocupaciones sobre la economía y la incertidumbre sobre las políticas de la Reserva Federal que han impactado en los principales índices bursátiles. A pesar de esto, los informes de ganancias han sido generalmente positivos, y los inversores siguen de cerca los datos económicos para evaluar el rumbo de la política monetaria.