Introducción
El petróleo ha sido durante décadas uno de los pilares fundamentales de la economía ecuatoriana. Más allá de su importancia como fuente de energía, representa un motor de ingresos fiscales, un sostén para la dolarización y un factor estratégico para el desarrollo del país. ¿Pero cuánto depende realmente Ecuador de su petróleo? ¿Y qué riesgos enfrenta hoy este sector vital?
Breve historia del petróleo en Ecuador
La exploración petrolera en Ecuador comenzó a inicios del siglo XX, pero fue en la década de los 70, tras el descubrimiento de grandes yacimientos en la Amazonía, cuando el país entró de lleno en la era del petróleo. El primer gran campo, Sacha, aún sigue siendo emblemático para la industria nacional.
El auge petrolero trajo consigo cambios económicos profundos, como la modernización de infraestructuras y, en los 2000, el fortalecimiento de la dolarización gracias a las exportaciones de crudo.
Sin embargo, la dependencia de esta materia prima también expuso al país a los vaivenes de los precios internacionales y a crisis cíclicas que hoy vuelven a ser motivo de preocupación.
El peso actual del petróleo en la economía ecuatoriana
Generación de ingresos
En 2024, el sector petrolero generó ingresos por aproximadamente USD 14.839 millones, equivalentes al 12% del Producto Interno Bruto (PIB) y al 74% de lo recaudado en impuestos a nivel nacional. De estos ingresos:
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USD 9.406 millones provinieron de la exportación de crudo.
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USD 5.433 millones correspondieron a la venta interna de derivados y exportaciones de fuel oil.
Estos números evidencian la enorme dependencia que Ecuador mantiene del oro negro para sostener su economía.
Financiamiento y gasto de los ingresos petroleros
No todo el dinero del petróleo se convierte en liquidez para otros sectores. De los ingresos petroleros:
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USD 6.449 millones se destinan a la compra de combustibles, debido a que Ecuador produce apenas 172.500 barriles diarios, frente a una demanda interna de 284.000 barriles diarios.
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USD 4.093 millones se asignan a los costos e inversiones de Petroecuador.
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USD 1.281 millones son pagos a petroleras privadas.
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USD 341 millones financian presupuestos de gobiernos locales, en virtud de su participación legal en los ingresos petroleros.
Finalmente, solo alrededor de USD 1.757 millones se destinan directamente a financiar el Presupuesto General del Estado.
Impacto en la dolarización
El petróleo no solo aporta ingresos fiscales, sino que también juega un papel clave en el sostenimiento de la dolarización.
En 2025, los dólares del petróleo ayudaron a compensar la salida de divisas por el pago de deuda externa y la compra de combustibles. Sin embargo, la reciente caída del precio del crudo amenaza con reducir el flujo de dólares y podría presionar las reservas internacionales, afectando la estabilidad monetaria del país.
Crisis actual: caída de precios y riesgo fiscal
Durante los primeros meses de 2025, el precio del crudo ecuatoriano cayó de USD 67,3 por barril en enero a USD 56,49 proyectados para abril. Este desplome, impulsado por tensiones comerciales internacionales, pone en jaque las finanzas nacionales:
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El Gobierno de Noboa preveía ingresos petroleros de USD 1.757 millones para este año.
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De mantenerse la baja, se estima una pérdida de entre USD 700 millones y USD 1.000 millones, agravando el déficit fiscal.
¿Qué proponen los expertos?
El exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador, Pablo Noboa, plantea la creación de una Agencia Nacional de Valor Agregado y Soberanía Energética (Anvase), con el objetivo de:
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Modernizar la gestión petrolera y evitar errores costosos en la importación de combustibles.
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Fomentar contratos de exportación más estables a mediano y largo plazo.
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Impulsar la industrialización y refinación interna para reducir la dependencia de derivados importados.
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Ahorrar hasta USD 3.000 millones anuales mediante la optimización de producción e infraestructura.
Noboa sugiere que, con una gestión eficiente, Ecuador podría aumentar su producción en 200.000 barriles diarios en cinco años y reducir en un 50% las importaciones de combustibles.
El petróleo sigue siendo una columna vertebral de la economía ecuatoriana, no solo por su aporte fiscal, sino también como generador de divisas para mantener la dolarización.
Sin embargo, la volatilidad de los precios y la actual crisis en la gestión del sector plantean enormes retos.
Hoy más que nunca, Ecuador necesita reformas estructurales que garanticen la sostenibilidad de sus recursos y le permitan transitar hacia un modelo económico más diversificado y resiliente.
