En 2025, el índice MSCI Nuam —que agrupa acciones de Chile, Colombia y Perú— ha experimentado un ascenso espectacular del 42,66 % en dólares, dejando atrás al S&P 500, que en igual periodo suma un avance de 12,86 %.
Este desempeño ha captado la atención de inversionistas globales, pues confirma que incluso en un contexto de alta volatilidad —con tensiones comerciales, cambios en políticas monetarias y escenarios macroeconómicos inciertos— ciertos mercados latinoamericanos están desplegando un rendimiento superior al de grandes referentes internacionales.
Composición y dinámicas de impulso
Algunos elementos clave que han alimentado este rally son:
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Sectores fundamentales: las empresas mineras en Perú (como Volcán, Buenaventura) lideran las ganancias, con alzas superiores al 90 %.
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Diversificación sectorial: dentro del índice, también tienen peso importante las empresas financieras (≈ 41 %), utilities, consumo, servicios públicos, retail y aerolíneas.
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Factor de valoración regional: los mercados andinos habían sido históricamente castigados en términos de valuaciones, lo que generaba un punto de entrada atractivo para inversionistas.
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Flujos internacionales y debilitamiento del dólar: la debilidad del dólar y una cierta estabilización macroeconómica en la región han favorecido los flujos hacia activos emergentes de Latinoamérica.
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Integración bursátil y gobernanza: el MSCI Nuam es un vehículo concebido precisamente para reflejar un mercado integrado entre Chile, Colombia y Perú. La idea es que hacia el segundo semestre de 2026 se concrete un mercado interoperable entre esos países.
Este índice está compuesto por 35 acciones chilenas, 13 colombianas y 8 peruanas. Chile representa aproximadamente el 54 %, Perú el 27 %, y Colombia el 19 % del peso del índice.
¿Por qué está fuera del radar (hasta ahora)?
Para muchos inversionistas globales, América Latina fue considerada durante años como una región rezagada en los mercados de renta variable. La combinación de:
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Expectativas de riesgo más altas,
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Menor liquidez,
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Gobernanza y transparencia desigual entre países,
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Barreras institucionales para la inversión extranjera,
limitaba el atractivo de estas plazas.
Sin embargo, cuando los vientos del ciclo global favorecen materias primas, commodities, y flujos hacia mercados emergentes, estos factores pueden jugar a favor si las condiciones locales también acompañan.
Lecciones y posibilidades: ¿Qué puede aprender (y replicar) Ecuador?
La experiencia del MSCI Nuam deja aprendizajes valiosos para que Ecuador piense cómo potenciar su propio mercado de valores:
1. Reformas estructurales en el marco legal
El crecimiento del mercado ecuatoriano ha estado limitado por una Ley de Mercado de Valores con vacíos y rigideces que no se han actualizado al ritmo de las necesidades modernas. Aspectos como la simplificación de procesos de emisión, la incorporación de estándares internacionales de gobierno corporativo y la flexibilización para nuevos instrumentos financieros son reformas urgentes.
Sin un marco legal moderno y competitivo, resulta difícil atraer tanto a emisores como a inversionistas locales e internacionales.
2. Integración regional como vía de escala
Así como Chile, Perú y Colombia avanzan hacia la interoperabilidad, Ecuador podría explorar mecanismos de integración con bolsas de la región. Esto generaría mayor volumen de transacciones, liquidez y atractivo para inversionistas extranjeros.
3. Potenciar los instrumentos ya existentes: el caso del ETF ecuatoriano
En Ecuador ya existe un ETF administrado por fiducia, sin embargo, su baja difusión y escaso conocimiento en el mercado han limitado su impacto. A diferencia del Nuam, que rápidamente se convirtió en referencia regional, en Ecuador es fundamental trabajar en campañas de educación financiera y visibilización de este tipo de productos para que inversionistas, empresas y el público en general reconozcan su utilidad.
4. Enfocarse en sectores estratégicos
Ecuador puede seguir el ejemplo andino potenciando sectores con ventajas comparativas: minería responsable, agroindustria, energías renovables y turismo sostenible, entre otros.
5. Transparencia y confianza
Asegurar información financiera confiable, prácticas sólidas de gobierno corporativo y cumplimiento de criterios ESG aumentaría la confianza de inversionistas extranjeros y locales.
6. Educación financiera y cultura bursátil
Uno de los grandes desafíos es el desconocimiento generalizado sobre el mercado de valores en Ecuador. Es necesario un esfuerzo sostenido en educación financiera para que las personas y empresas comprendan cómo acceder al mercado, qué instrumentos existen y cómo estos pueden convertirse en una alternativa real de financiamiento e inversión.
El despliegue del MSCI Nuam y su rendimiento superior frente al S&P 500 representa no solo una sorpresa para inversionistas, sino también un caso práctico de cómo la integración regional, los sectores estratégicos y los beneficios del ciclo de valorización de commodities pueden ofrecer plataformas de crecimiento conjunto.
Para Ecuador, replicar algo parecido exige visión de largo plazo: acuerdos regionales, herramientas de inversión abiertas, gobernanza sólida, estabilidad macro y apuesta por sectores con ventajas internas. Si bien el contexto es distinto, hay mucho por aprender y estructurar para abrir potenciales rutas de desarrollo económico-financiero más robustas.