El crecimiento y éxito de un negocio depende de tener acceso al dinero que se necesita para cubrir sus operaciones diarias y proyectos de expansión. Por ello, para garantizar una gestión financiera sólida y un crecimiento exitoso de la empresa, es esencial combinar los proyectos con el tipo de financiamiento adecuado.
Para ello, es importante realizar un análisis profundo del tipo de financiamiento que la empresa va a requerir.
Cuando una empresa busca financiamiento, se enfrenta a tres problemas principales:
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¿Se puede obtener financiación a partir de los recursos internos de la empresa?
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Si es necesario obtener financiamiento externo, ¿debería ser deuda o capital?
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Si se va a utilizar deuda externa o capital social, ¿de dónde debe obtenerse y en qué forma?
¿Se puede obtener la financiación necesaria de fuentes internas?
Para responder a esta pregunta, debe tener en cuenta los siguientes factores:
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¿Cuánto efectivo hay disponible? La empresa debe tomar en cuenta la cantidad retenida en sus saldos de efectivo actuales e inversiones a corto plazo, y cuánto de esto se necesitará para respaldar las operaciones actuales. Si existe efectivo adicional, esta puede ser una posible fuente de financiamiento para el nuevo proyecto.
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Si el efectivo requerido no puede proporcionarse de esta manera, la empresa debe considerar su flujo de efectivo futuro.
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Si el flujo de efectivo proyectado de la empresa no es suficiente para financiar el nuevo proyecto, entonces la empresa debe considerar reforzar su control del capital de trabajo para mejorar su situación.
Si la financiación necesaria no se puede proporcionar internamente, la empresa debe considerar obtener financiamiento externo.
¿Deuda o Capital? ¿Cuál es la mejor?
En esta alternativa la compañía necesita considerar cuánto debe pedir prestado. Esto es un factor muy importante y varias empresas han experimentado grandes problemas en este paso los últimos años.
Por ello, es importante contar con un asesor financiero de confianza, como Fiduvalor, que el ayude a saber a ciencia exacta cuánto dinero necesita y guiarle a la mejor alternativa de financiamiento para su empresa.
Sin embargo, le recomendamos tomar en cuenta los siguientes puntos:
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El costo de financiación: La financiación de deuda (bancos, obligaciones, papel comercial) suele ser más barata que la financiación de capital (acciones). Esto se debe a que la deuda es percibida como segura. En una empresa los intereses se pagan antes de los dividendos y en caso de una liquidación, la deuda se liquida antes que el capital. Esto hace que los inversionistas exijan una tasa de rendimiento más alta en acciones.
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El apalancamiento del negocio: Aunque la deuda es atractiva por su bajo coste, su desventaja son los intereses. Si se pide prestado demasiado, es posible que no se cumplan los pagos de intereses y capital y pueda llegar a liquidarse la empresa. Por ello, hay que tomar en cuenta el nivel de endeudamiento al que se puede llegar.
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Riesgo del negocio: se refiere a la volatilidad de la utilidad operativa. Las empresas con ganancias operativas altamente inestables deben evitar altos niveles de endeudamiento, ya que pueden encontrarse en una situación en la que las ganancias operativas caigan y no puedan pagar los intereses. Estas empresas normalmente se financian mediante capital.
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Engranaje operativo: El apalancamiento operativo se refiere a la proporción de los costos operativos de una empresa que son fijos en lugar de variables. Cuanto mayor sea la proporción de costos fijos, mayor será el apalancamiento operativo. Las empresas con un alto apalancamiento operativo tienden a tener ganancias operativas inestables.
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Control de votaciones: Una gran emisión de acciones podría alterar el control de voto de una empresa. Si los propietarios poseen más del 50 % del capital social, es posible que se muestren reacios a vender nuevas acciones a inversores externos, ya pueden perder su control de voto.
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El estado de los mercados: ¿cómo se encuentra el mercado de valores? ¿existe apetito por parte de los inversionistas? De esto dependerá el éxito del financiamiento a través de capital.
Después de considerar los puntos anteriores, la empresa se encontrará en condiciones de decidir entre el uso de deuda o financiación de capital. Sin embargo, existe un paso final que es importante definir: qué tipo de financiamiento se debe usar y dónde se debe recaudar.
Financiación de capital
Para las empresas que ya tienen acciones en derechos de emisión, las emisiones son obligatorias. Esto significa que las acciones nuevas deben ofrecerse a los accionistas existentes en proporción a sus participaciones existentes. Esto es para proteger a los accionistas existentes de la empresa que vende acciones a nuevos inversores a un precio bajo y diluye la riqueza de los accionistas existentes. Este requisito puede superarse si los accionistas existentes están dispuestos a renunciar a sus derechos de suscripción preferente.
Las empresas que cotizan en la BVQ o BVG pueden obtener financiación de capital mediante la venta de nuevas acciones mediante emisiones de derechos, ofertas de venta o colocación.
Para empresas que no se han en listado en bolsa, también existe la oportunidad de ofrecer sus acciones, mediante la OPI (Oferta Pública Inicial de Acciones), un proceso que les ayuda a cotizar en el mercado de valores.
Financiación de la deuda
La financiación de la deuda viene en muchas formas diferentes, puede ser a través de bancos (prestamos) o mercado de valores (emisión de obligaciones o papel comercial). Por ello, le recomendamos tener en cuenta los siguiente:
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La duración del préstamo: Los préstamos a corto plazo son más baratos que los préstamos a más largo plazo. Esto se debe a que muchos prestamistas relacionan el tiempo con el riesgo. Por lo tanto, cobran una tasa de interés más alta en los préstamos a largo plazo que en los préstamos a corto plazo.
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Al elegir entre préstamos a corto y largo plazo, la empresa debe considerar la regla general de: “financiar inversiones a corto plazo con fondos a corto plazo e inversiones a largo plazo con fondos a largo plazo”. Simplemente, esto significa usar préstamos baratos a corto plazo donde sea seguro hacerlo, pero usar financiamiento a largo plazo para inversiones de larga duración.
Conclusión
No es posible recomendar una fuente ideal de financiación para ningún proyecto. Lo importante es que el dueño del negocio aprecie las ventajas y desventajas de los diferentes métodos de financiación, para que pueda tomar una opción acertada.
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